Las jaras negras
en su belleza inconfundible,
recuerdan que pueden ser una trampa
si osas invadir su espacio.
Es justo cuando el camino que lleva a la cima empieza a resultar demasiado empinado y escurridizo, cuando te das cuenta que esas pisadas no vas a olvidarlas tan fácilmente.
El regalo a la llegada es la danza de las mariposas.
La primavera también es así.
Un resurgir de las sombras...
Una nueva conexión con la luz.
Subida al Pico del Cielo. (1.508 m.) Fotos: Brokemac
No hay comentarios:
Publicar un comentario