viernes, 21 de julio de 2017

Desde el barco










6 comentarios:

  1. «¿Qué es mi barco? Mi tesoro. ¿Qué es mi Dios? La libertad. ¿Mi ley? ¡La fuerza y el viento! ¿Mi única patria? ¡La mar!

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  2. Ay que mar más bonito...siempre lo digo en estos casos, pero no sé si los que viven con él al lado son conscientes del regalo que tienen. Tú desde luego sí, no hay más que verlo en estas fotos a través de tu mirada... Un beso Mari, y feliz salida de Julio.

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  3. <>. Gracias por ese eco entre las olas, Mar del Norte...

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  4. Muchas gracias, Ángel veraniego! ;) Así es, tal y como dices, un regalo inmenso tenerlo cerca, aunque en verano... en fin ¡ni te cuento cómo están las playas!; yo prefiero visitarlo en otra época, cuando solo estamos él y yo y hablamos de eternidad mientras camino por la línea de su orilla :) Un fuerte abrazo guapetón, ¡anda que no quedan todavía calores que pasar! Disfruta mucho lo tuyo y a ver cuándo me toca a mí el fresquiviri jajajaja

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  5. Se te echa de menos...
    Un beso grande...

    Mar del Norte

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  6. Mi querida Mar del Norte...
    Me quedé anclada en ese mar, en esa luz, en ese barco... Fue preferible ver la línea de la orilla desde el agua. Luego el verano, cada vez más agobiante, más insoportable, más espeso y seco. Esperé el otoño con la misma pasión de siempre; imaginaba que sería lluvioso, gris, verde y fresquito. Decepción. No ha habido otoño. El verano se ha hecho infinito (ayer había 19 grados). Ahora nos prometen frío y poca agua. Y yo amo la tierra y la veo seca, y salgo al monte y los árboles me miran con tristeza. Entonces en vez de coger mi cámara y ponerme a recoger momentos leo, leo sobre cómo hacer mejor las cosas, aprendo a no hacer nada con esos cinco minutos que se descuelgan del tiempo, y vuelvo a pensar en los recursos de la narrativa visual para mostrar esos detalles que la vida pone ante nuestros ojos.
    Pero estoy aquí. El acantilado es mi lugar y si esta noche llueve (eso dicen los que saben) te prometo que mañana (si existe) caerán algunas hojas sobre estas rocas.

    ¡Un profundo abrazo!

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