Me alegra que te gusten, Mar :) Este río ubicado en el pueblo de Nerja, es de gran atractivo para muchísima gente; la dificultad para hacer su recorrido no es grande, con lo cual en esta época está muy concurrido, pero, si evitas los fines de semana y festivos, si lo subes bien temprano y lo bajas al atardecer, el espectáculo es todo tuyo: el susurro de sus aguas evocan paraísos del ayer, la transparencia de sus pozas donde dejarte abrazar por las chorreras a modo de bautismo sagrado siempre bajo la supervisión de libélulas negras y culantrillos de un verde excepcional, transmiten a los sentidos la novedad de que otra vida existe, que la naturaleza no se da por vencida, que, si sus rocas milenarias se han visto sangrar con los altos caudales llevándose hasta el mar sus perfiles siempre en continua evolución, también son esas mismas rocas las que ahora se dejan acariciar por las manos sorprendidas al reconocer en su tacto la suavidad de una piel amada.
Eso sí, es peligroso en caso de accidente o incendio del lugar ya que por su ubicación la única opción que tienes en muchos tramos es o río arriba o río abajo :) y por mucho que chilles nadie va a saber que existes... Todo se quedará en un susurro... incluso tu vida, si el río decide quedarse con ella.
Te lo digo en un susurro...
ResponderEliminarMe gustan mucho estas fotos,,, y tus anteriores entradas tambien...
Un beso grande..
Por cierto, curioso lugar para susurrar cuando el rio se llama chillar...
ResponderEliminarMe encanta el contraste...
Me alegra que te gusten, Mar :)
ResponderEliminarEste río ubicado en el pueblo de Nerja, es de gran atractivo para muchísima gente; la dificultad para hacer su recorrido no es grande, con lo cual en esta época está muy concurrido, pero, si evitas los fines de semana y festivos, si lo subes bien temprano y lo bajas al atardecer, el espectáculo es todo tuyo: el susurro de sus aguas evocan paraísos del ayer, la transparencia de sus pozas donde dejarte abrazar por las chorreras a modo de bautismo sagrado siempre bajo la supervisión de libélulas negras y culantrillos de un verde excepcional, transmiten a los sentidos la novedad de que otra vida existe, que la naturaleza no se da por vencida, que, si sus rocas milenarias se han visto sangrar con los altos caudales llevándose hasta el mar sus perfiles siempre en continua evolución, también son esas mismas rocas las que ahora se dejan acariciar por las manos sorprendidas al reconocer en su tacto la suavidad de una piel amada.
Eso sí, es peligroso en caso de accidente o incendio del lugar ya que por su ubicación la única opción que tienes en muchos tramos es o río arriba o río abajo :) y por mucho que chilles nadie va a saber que existes... Todo se quedará en un susurro... incluso tu vida, si el río decide quedarse con ella.